El Mosaico

Mirando esta "Cesta de Frutas" te das cuenta de cómo todo se armoniza en formas y colores. Un marco resalta al sujeto.

Entonces te pones a fijarte en los detalles y te das cuenta de que hay un aspecto que al principio puede parecer sin importancia, pero luego no puedes evitar concluir que esa es precisamente su peculiaridad: es un mosaico. Una pintura sobre lienzo sería otra cosa.

Cada tema, forma, decoración se compone de muchos mosaicos de diferentes colores, cada uno en su propio lugar para dar forma y color a los diversos componentes del mosaico para representar la "Cesta de frutas".

Para preservar su belleza y singularidad, no es posible poner las cartas al azar, quitar algunas o usar otras de diferente tamaño.

Cada uno debe ocupar una posición específica para que el diseño no se altere y todo tenga el efecto de forma y color adecuado. Si elimino algunos, el resultado final es pobre, hay agujeros y la calidad se ve comprometida.

Esta similitud puede ser una buena manera de resaltar algún aspecto de nuestra Familia Salesiana.

En la práctica, la cesta de mimbre podría ser la Iglesia y los diversos frutos las muchas Familias Carismáticas que la integran.

Cada uno de estos frutos, de estas Familias Carismáticas, se compone de muchos pedazos que son los grupos que forman parte de ella. Cada uno ocupa un lugar y con su propio color expresa una característica de esa Familia. Expresa un carisma, una manera particular del Espíritu Santo de soplar en la historia de la humanidad.

Este és también el caso de la Familia Salesiana. Somos el soplo que Espíritu Santo suscitó en Don Bosco hace dos siglos y que aún hoy sopla a través de nosotros.

Así como los frutos del cuadro permanecen distintos unos de otros, también las Familias Carismáticas, aunque pertenecen a una sola Iglesia, conservan sus características específicas que las distinguen, que no dividen, sino que comulgan en Cristo.

Así como las tarjetas de una fruta tienen el mismo color pero con diferentes matices, también los diversos grupos de la Familia Salesiana tienen el matiz particular de ser expresión del carisma salesiano, expresando su vocación específica como consagrados y laicos.

Esto implica la necesidad de crecer en la conciencia de ser Familia Salesiana para salvaguardar el carisma salesiano y dar nuestra contribución específica a la Iglesia como Familia Carismática.

Olvidé que el autor imaginativo de este "mosaico", és el Espíritu Santo.

Antonio Boccia

Coordinador Mundial

Asociación de los Salesianos Cooperadores