Hijas del Divino Salvador

Las Hijas del Divino Salvador, formamos un instituto religioso femenino de derecho pontificio, dedicado a obras de apostolado.

Siguiendo más de cerca a Cristo y dóciles a la voz del espíritu santo, nos proponemos realizar el proyecto apostólico del fundador: contribuir a la misión salvífica de la iglesia, dedicándonos con el espíritu de San Juan Bosco, a la educación cristiana de la niñez y juventud, especialmente a la más pobre y necesitada. Y en nuestro servicio educativo, adoptamos los ricos recursos del sistema preventivo. En el cumplimiento de esta misión encontramos el camino de nuestra santificación.

 Al ser fundadas por el Excelentísimo Mons. Pedro Arnoldo Aparicio Quintanilla, salesiano; nuestro instituto forma parte de la familia salesiana, cuyo centro es el Rector Mayor de la Sociedad Salesiana como sucesor de Don Bosco. (art 4 Const.)

Las Hijas del Divino Salvador formamos parte de la gran Familia Salesiana de Don Bosco desde el 5 de febrero de 1987, gracias al espíritu salesiano que nuestro padre fundador nos infundió y heredó.

Entramos así en el vasto movimiento, suscitado por el santo, de personas que trabajan por la salvación de la niñez y juventud. Mantenemos la unidad de espíritu con los diversos grupos de la FS y fomentamos el diálogo y la colaboración fraterna para un enriquecimiento reciproco y una mayor eficacia apostólica. (art 4 Const.)

Misión

Ejercemos en la iglesia el apostolado correspondiente a la naturaleza y misión específica del instituto, damos testimonio de cristo maestro. El lema que nos anima es “Oportet Illum Regnare” y el método con que trabajamos es el que nos transmitió san Juan Bosco: el Sistema Preventivo, enseñado por María Santísima, la maestra sin cuya disciplina toda sabiduría se vuelve necedad. 

Destinatarios

Tenemos como principales destinatarios de nuestra misión a la niñez y juventud, especialmente aquella que, por su pobreza material o espiritual, tienen mas necesidad de ser queridas y evangelizadas. 

Trabajamos sobre todo en los lugares más pobre con las niñas y niños, por la importancia fundamental de este periodo de vida; con los adolescentes y jóvenes, para ayudarles a encontrar en Cristo Salvador el sentido de la existencia y la respuesta a sus problemas. Siguiendo el ejemplo de Don Bosco que, aun prefiriendo a los jóvenes pobres y abandonados, no limitó a ello su paternidad, consideramos también destinatarios de nuestra misión a los jóvenes de diferente condición social. Reconocemos también como destinarios de nuestra misión apostólica a los jóvenes y adultos de los pueblos aun no evangelizados. La razón de nuestra acción misionera es la voluntad de Dios. Es necesario que todos los hombres se conviertan a Cristo y por el bautismo sean incorporados a la iglesia que es el cuerpo de Cristo. En la actividad misionera utilizamos todos los recursos educativos típicos de nuestro carisma.

Las Hijas del Divino Salvador en los diversos lugares nos encontramos, en su mayoría trabajamos con los Salesianos y estamos involucradas en los consejos de Familia Salesiana.

Trabajamos activamente en unión con los grupos de la Familia Salesiana.