Los SSCC de la Región peregrinan a Annecy

En el marco del 400 aniversario de la muerte de San Francisco de Sales y del Aguinaldo de 2022 (“Haced todo por amor, nada a la fuerza”), un grupo de unos 25 SSCC de la Región Ibérica, acompañados de algún otro miembro de la Familia Salesiana (representantes de Damas Salesianas, Antiguos Alumnos y ADMA), ha recorrido del 1 al 6 de agosto los lugares del santo patrón de la familia salesiana. 

Esta peregrinación se enmarca dentro de la propuesta de los SSCC de la Región Ibérica denominada “4x4 de tu fe”, que nos lleva a cuatro peregrinaciones cada cuatro años a lugares significativos en nuestra vida cristiana y salesiana (Camino de Santiago, Annecy, Tierra Santa, Turín).

El viaje, en clave de peregrinación, nos ha llevado a las raíces del estilo salesiano que representa el santo saboyano. La dinámica del día permitía, en paralelo a las visitas a los lugares más significativos del santo (Annecy, Chambery, Ginebra, Thonon…), ir repasando las diferentes virtudes salesianas que San Francisco de Sales nos ha dejado en herencia: Cristo, fuente del espíritu salesiano; Caridad pastoral; Unión con Dios; Amor a la Iglesia; Amabilidad y dulzura; Espíritu de familia; Humanismo optimista; Actividad incansable; Creatividad y flexibilidad; Amor y confianza en María; Santidad como propuesta para todos.

Fueron muy significativos, junto a los momentos de oración y celebración, los espacios dedicados a compartir los ecos de la jornada, previos a las Buenas Noches diarias. El 5 de agosto acompañamos a Carmen San Miguel (FMA) en la celebración del 150 aniversario del Instituto, con gratitud hacia ella y hacia todas las Hijas de María Auxiliadora. En Thonon tuvimos también la suerte de encontrarnos con Anne Marie, la coordinadora del centro local de SSCC, que nos acompañó durante parte de la jornada.

En el contexto actual de nuestra Asociación, cuatro años después del último Congreso Mundial, a cuatro años de la celebración del 150 aniversario de nuestra fundación y en pleno proceso de renovación del Consejo Mundial, este viaje nos permite reflexionar en torno a la necesidad de peregrinar a nuestras raíces salesianas en nuestro día a día, en espíritu de sinodalidad, junto a nuestros hermanos de Asociación, al resto de la familia salesiana y al resto de la Iglesia. Nuestro viaje a Annecy ha simbolizado muy fielmente todo esto.

Entendemos también nuestra vida asociativa como una constante peregrinación que nos lleva a que todas nuestras programaciones y actividades en la Asociación nazcan y estén impregnadas de nuestras raíces salesianas, caminando como laicos, tanto en nuestra vida diaria como en nuestra vida asociativa, a través de caminos en ocasiones difíciles y complejos, pero sabiéndonos acompañados por el Señor, al igual que los discípulos en su camino a Emaus, y ayudando a la gente que nos rodea a descubrir a Cristo en nuestro caminar.

En definitiva, el ejemplo de San Francisco de Sales nos invita a ser hombres y mujeres de nuestro tiempo, dando respuestas audaces a las situaciones complejas que nos ofrece nuestro contexto histórico. Nos invita también a peregrinar en nuestro día a día haciendo primar el amor, la amabilidad y la dulzura por encima del rigor y del normativismo.

Borja Pérez.